De religiones y curas y la bella y la bestia.

Los últimos acontecimientos con el perverso de Karadima, el indolente de Errázuriz y las declaraciones de Hamilton por la TV, han dejado a muchos con la boca abierta. En qué quedamos entonces, ¿es buena o mala la Iglesia Católica?.

Siempre que aparece un Maestro sobre este planeta, se profundiza y acrecienta el nivel de conciencia de la humanidad. Jesus, el Hijo de Dios, nacido en el seno de una sociedad patriarcal, fanática y violenta, hizo trizas el Antiguo Testamento, y deja un sólo mandamiento: el amor. Para esos años y los  que hoy corren el salto es notable.

El problema surge con los seguidores de los Maestros y Enviados Especiales. Los empleados y burócratas institucionalizan la palabra original y crean organizaciones y sociedades anónimas, donde el mensaje que dio inicio a todo es repetido tantas veces, manoseado y mecanizado, que acaba para muchos perdiendo el sentido. 

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La Biblia que leemos hoy, es una versión muy posterior a la muerte de Jesús y manipulada y reescrita  en todo su largo y ancho. La Iglesia "mala" se ha expresado sin inhibiciones en las Cruzadas y en la Santa Inquisición. Y hoy lo sigue haciendo en sus escándalos de pedofilia y en su patética crítica a la sexualidad del ser humano entre otros asuntillos. Aún, hoy en el año 2011, si tu te has separado y se te ocurre ir a confesarte a alguna parroquia de Vitacura, el cura te dirá que estás en pecado y que no puedes iniciar una nueva relación. Medieval. Absolutamente alejado del mensaje original.

Profundizar en los desaguisados de la Iglesia, y su atracción por el poder, daría para decenas de libros. Sin embargo paralelo a esta imagen, hay una iglesia "buena", comprometida con los pobres, con el hambre, con curas que viven el lo más profundo del África, con la música gregoriana, con la belleza y con el viaje del espíritu. Nada nuevo bajo el sol. Nosotros y nuestras instituciones somos bipolares: el blanco y el negro mantienen su ancestral danza. Santos y criminales se codean y confunden.

Lo interesante es que lo religioso es una necesidad consustancial a nuestra raza humana. Es un instinto, tan urgente como el instinto de sobrevivencia o el de aparearse. Siempre nuestros ancestros tuvieron sensibilidad y apertura a lo trascendente: ¿que hay detrás de la imagen y los colores y los sonidos?; ¿qué significados tiene el día a día?; ¿qué ocurre después de la muerte?; ¿que hago con este dolor?. Tantas preguntas. ¿No acaso lo visible oculta siempre algo invisible?. ¿Crecer y envejecer?. WTF!. Religión y poetas siempre han existido.

Ahora por religión me refiero a religio que significa "volver a conectarse". A este religio, o sea al reencuentro con el espíritu que anida en las cosas, que yace en las plantas y animales, que se esconde en los sucesos que nos ocurren, se accede por dos caminos: por la vía institucional o la individual. La vía institucional, jerárquica y organizada, es el camino de las religiones tradicionales. Ellas son una respuesta a las preguntas sobre lo trascendente  que nos hacemos. Ellas se originan porque un Maestro o iluminado se revela en el planeta, deja su mensaje, y sus discípulos conservan su palabra. ¿Por qué la Iglesia ha sobrevivido 2000 años?. Por la Palabra. Independiente de las buenas o malas acciones de sus integrantes, aun es posible vislumbrar la idea que inició todo. Esta idea ha sido arreglada, mal traducida, manipulada, ocultada, pero ahí está aún agazapada entre los dogmas en todo su enorme poder de revelación.

Las religiones le ofrecen una estructura espiritual a las personas. En ellas hay ritos, tradiciones y modelos repetidos durante cientos de años, que entregan un soporte firme a las necesidades espirituales. Bien por la parte bella que aún conservan. El problema se produce al creer que estos dogmas y ritos son  mas sagrados que la palabra primera que le dio sentido y que empezó ese movimiento religioso. La historia demuestra que los seguidores y promotores de lo que sea, son siempre mas rígidos y cerrados que el mensajero originario. Lógico porque en la estructura que crean obtienen poder, influyen sobre los demás, a pesar que el Maestro siempre negó cualquier vínculo con el poder. Nada mas revolucionario y rupturista que Jesús. Nada mas conservador y cuico que el cardenal Errázuriz. :P

Así entonces las religiones devienen en estructuras de poder e influencias, manejadas por seres humanos afines al control, y se tuercen y desvían. Mas, si han pasado tantos siglos desde la emisión de las enseñanzas. Pero para confundirnos mas, a pesar de la decadencia que muestran las religiones, aún parte de la palabra está viva en ellas, sólo que hay que surfear y tener los ojos bien abiertos y el cerebelo encendido a full, para encontrarla y filtrar las bestialidades que en el nombre de Dios pueden ser proclamadas. Por eso en los Evangelios Apócrifos, que son evangelios escritos con posterioridad a la muerte de Jesús y que fueron hallados en Egipto muy bien conservados, Jesús dice: "sean inocentes como palomas y astutos como serpientes". O sea ábranse, confíen, miren el mundo con los ojos del espíritu (léase con ojos de niño), pero no sean weones. Si el cura les pone la manos en los genitales, o el de más allá habla todo el rato del pecado y las culpas, o el Vaticano luce enchapado en oro, suban las defensas, no sean víctimas.

A la vía institucional de acceso al espíritu y que promocionan con no poca publicidad las religiones, se opone el camino individual. Las religiones funcionan como mediadores con el más allá. El sacerdote u oficiante es el símbolo de la divinidad en la tierra, y mientras mas alto sea su cargo, mas cercano a dios estará. ¿Perdón de los pecados?, es a través de nosotros que usted lo obtiene, dice la SA. ¿Consagración de su casa, de sus hijos, de su relación de pareja, de su difunto?: también usted necesita un mediador. ¡Nosotros somos los especialistas!, oirán. En cambio en la religio individual, el que se relaciona con dios o los dioses o los dioseses, es uno mesmo, sin intermediarios ni intervenciones de terceros. ¿Que funcionará mas? me pregunto, ¿pedir perdón en un confesionario o abrirse de brazos mirando el mar y pedir disculpas?. ¿Qué será mas sagrado?, ¿casarse en una iglesia o comprometerse en la cumbre de una montaña?. ¿Qué será mas auspicioso?, ¿bautizar al hijo por la fe católica o mirarle fijamente a los ojos al atardecer y decirle "que el espíritu esté siempre contigo hijo mío". Autoarrogarse el monopolio de lo sagrado es peligroso.

¿Son las religiones tradicionales las exclusivas detentadoras del buenismo?. Para nada. ¿Se puede ser consciente y buena persona fuera de las religiones?. Pues claro, mas a la luz de los acontecimientos de los últimos años.

El camino sin intermediarios vuelve sagrado el mundo entero. Aquí dios no está confinado a las iglesias y los templos sino que se esparce sobre todo el mundo. La señora del almacén, el ciruelo en la puerta de mi casa, la conversación idiota y simple, la montaña nevada, se bañan en espíritu. ¿Estará este espíritu confinado los domingos de 12 a 12:45 a las iglesias?. Creer que está exclusivamente allí, nos lleva a tener vidas duales, a pensar que tenemos que ser buenos los domingos en la iglesia, y que podemos dejar a nuestros trabajadores encerrados toda la noche en el turno del supermercado, y que existe una separación entre lo sagrado y lo profano, asignándole al mundo la porción profana. Ahí es psicótico, enfermizo. La depredación sin límites de la naturaleza tiene por  origen que el mundo dejó de ser sagrado. Si dios se remite a estar en las iglesias y entre los escogidos, al mundo podemos entonces venderlo, cortarlo, e hipotecarlo.

¿Y que es el espíritu?, sino la mayor conciencia, mas atención en lo que hacemos diariamente, un aumento de la sensación del estar presentes, del aquí y el ahora. Profundidad. Las iglesias han definitivamente perdido poder. Al final resultaron estar llenas de seres humanos con virtudes y defectos. Hoy dia si alguien te llega a agarrar los genitales uno lo twittea de inmediato. El poder se redirecciona hacia los individuos. Se puede también combinar ambas vías en la exploración de lo trascendente.

Si las religiones después de tantos milenios no nos hicieron libres, es uno entonces el que debe asumir ese trabajo. Al final ocurre que el viento siempre termina barriendo lo que parece tan sólido.