"Pololeo con un hombre buenmozo, pero que es inválido. Se desplaza en una silla de ruedas. Lo acompaño a un hotel, y descubro que se hace pasar por inválido. En realidad es un traficante de drogas, y en el hotel se contacta con unos deportistas para venderles. En eso llega la policía y se lo lleva detenido. Aparece entonces mi papá y me lleva a unas termas donde están todas las mujeres de la familia".
En fin. Este es el sueño de una mujer de 28 años, profesional y soltera, que vive con sus papás.
Cuando en los sueños de una mujer se aparece un hombre desconocido que es vital en la trama del sueño estamos ante una figura de ánimus. Éste resume las representaciones de lo masculino en la psique de una mujer. La fuerza o debilidad de carácter, la dirección o la confusión, el equilibrio o no entre razón y emoción, son algunos de los efectos del ánimus en el comportamiento de las mujeres.
La pregunta que toda mujer debía hacerse, recuerdan, era: ¿que desea mi ánimus de mí?...
A la vuelta la exploración del sueño.
Nuestro pololo inválido ES el símbolo principal de este breve sueño. Sin él no tendríamos historia. Aparece la policía, el hotel, la droga, las terma, el papá, las mujeres de la familia, todos símbolos, pero el eje de la trama gira en torno al pololo inválido.
El hotel por ejemplo es un símbolo secundario -que tiene significado sin duda- pero que muchas veces, sobre todo al comienzo del querer entender lo inconsciente, es mas difícil de interpretar. El pololo inválido pudo haber hecho la transacción en una casa, en la calle, o en el estadio. Puedo sacar el símbolo "hotel" y el sueño aún sigue allí. Entonces es símbolo secundario.
Los sueños son un océano y es importante bucear e identificar entre las turbias corrientes de agua los grandes peces. Los chicos los dejamos para más adelante.
El pololo inválido además, engaña. Finge su invalidez y trafica droga. Tampoco le trafica a cualquiera sino a deportistas, gente que se supone que con mayor razón no debe tomar drogas y cuyo consumo está severamente penalizado con la expulsión, a veces de por vida, de la disciplina deportiva que practiquen.
El pololo del sueño es un tipo malo. Se muestra como víctima (inválido), y no lo es, y además tiene los valores profundamente trastocados.
Si ese pololo inválido es una representación de lo masculino en la psique de la mujer que tuvo este sueño, deberíamos encontrarnos con que este "tipo de hombres", o este comportamiento se le ha manifestado a ella en su cabeza o en el mundo real.
El ánimus se forma en una mujer a partir de la relación con su padre que es el primer hombre con que se encuentra en la vida. En el caso de la soñante su padre biográfico no se parece en nada al pololo inválido: un hombre de valores, trabajador, proveedor de su hogar, severo y un tanto rígido. Todo lo contrario.
Pero ocurre que la soñante hace cuando grande una "formación de reacción", es decir agotada por la severidad y el "buenismo moral" de su papi comienza a buscarse parejas que sean el polo opuesto. Lo que no sabe es que buscarme todo lo contrario de aquello que vivió en la infancia, es también estar anclado a ese pasado.
En el momento que tiene el sueño, nuestra mujer pololea con un argentino, que tiene una polola allá, pero que la engaña para estar con ella. Un tipo atractivo, exitista, pero que ha rehuido tener una relación mas cercana con ella. Sus ultimas relaciones han tenido este mismo patrón: tipos bonitos pero que no saben amar, sin compromiso y con valores débiles.
El sueño le presenta a través del símbolo del hombre inválido y dealer, al tipo de hombres con los que lleva lidiando durante los últimos años. Es entonces, cuando una parte de sí en el sueño se da cuenta de lo malo y peligroso del sujeto, que éste es apresado por la policía, símbolo que castiga el mal. Aquí la policía ejerce el papel de Pepe Grillo interior o Superyo, que aparece en el sueño para hacerle ver los límites que ha sobrepasado con estos hombres.
Y ahí es que llega al final del sueño la caballería al rescate, representada por el papá, que la toma y se la lleva a unas "termas donde están las mujeres de la familia" (el linaje femenino familiar conservador y sometido a sus hombres).
En la vida uno vive en polaridades: blanco o negro, me voy o me quedo, lo odio o lo amo, seguridad versus libertad, dinero o valores, etc., etc. Los grises y los matices son difíciles. Nuestra soñante de estar con el pololo inválido -el malo, pero atrayente para ella pues representa la liberación del padre-, se pasa de un viaje al rescate por el Padre -el bueno y los valores, pero severo y predecible.
¿No habrán hombres a medio camino entre ambos extremos?... seguro que los hay, pero en nuestras neurosis tendemos a ver las cosas de dos colores. Ambas figuras de lo masculino (ánimus) son estereotipos en nuestra mujer. No le sirven ni el padre severo ni su otro extremo, el dealer permisivo, que se relaciona fácilmente con el placer (droga), pero que engaña y al primer conflicto sale corriendo.
Lo más importante es que todas estas polaridades son inconscientes, no las registramos en el día a día, pero sin embargo nos controlan y dominan, y generan nuestros destinos. No en vano la soñante ya se preguntaba a esas alturas: ¿porqué me tocan puros brevas?...
Por que ella así los elegía, en respuesta al Complejo Paterno. Pero ese es tema de otro posteo.
I´m back. :P
muy interesante...que bueno que regresaste!
ResponderBorrarUn largo silencio...espero que fecundo
ResponderBorrarcariños IA
q bueno q volviste
ResponderBorrara la carga otra vez!!
yo también estaba desaparecida de leerte...pero no andabamos juntos. Cariños Carlos
ResponderBorrarGracias .....
ResponderBorrarhasta que volviste... bienvenido!!!
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