La carta del Domingo.

En el desarrollo del concepto de inconsciente colectivo, Jung formula que la humanidad comparte un lenguaje común desde la antiguedad hasta los tiempos modernos. 

Ciertos símbolos primitivos y ancestrales se repiten generación tras generación, produciendo una inmediata e íntima unión entre el  hombre y la mujer aislados y el mundo.

"El inconsciente colectivo parece estar constituído por motivos mitológicos o imagenes primordiales, razón por la cual los mitos de todas las naciones son sus verdaderos exponentes. De hecho, toda la mitología puede considerarse una especie de proyección del inconsciente colectivo... Por lo tanto podemos estudiar el inconsciente colectivo de dos maneras: en la mitología o en el análisis del individuo", escribió en "La Estructura de la Psique".

Ciertos Domingos saco una carta de algún oráculo. Esa imagen nos conecta con símbolos  compartidos por todos, y que llevan un significado grupal. 

Esta vez, el oráculo escogido es el Tarot Mítico, creado por Juliet Sharman-Burke y Liz Greene. Cada carta, de las 78, cuenta un mito griego, y como bien dice Jung, los mitos son expresión de este  inconsciente colectivo.

La carta fue sacada al asomarse  la luna llena por sobre la cordillera y fué:

En la imagen aparece la diosa Atenea, favorita de los atenienses. Ella no nace de la unión de una diosa con un dios sino de una fuerte jaqueca de su padre Zeus. Nació ya con escudo, yelmo y coraza y el buho que se posa sobre sus hombros representa a la gloriosa Universidad de Chile, digo a la sabiduría,  la razón y la verdad . Al ser hija de la cabeza de Zeus es una diosa mental.

Ella fue guardiana y protectora de muchos héroes, como Ulises y Perseo, y a pesar de ser también una diosa guerrera los ayudaba siempre con armas que implicaban inteligencia, planificación y análisis.

Atenea representa la razón, aquello que diferencia al ser humano de los animales. Por ello es una diosa virgen, que evidencia la pureza de pensamiento, la reflexión sin influencias de ningún tipo, la ausencia del instinto, justa, equitativa y no manipuladora. Quien manipula no razona pues.

Tiene una balanza en una de sus manos y una espada en la otra, que recuerdan las estatuas de la Justicia  presentes en el los juzgados. Sólo que aquí no es ciega. Por el contrario, escucha, ve, analiza y toma decisiones desde el equilibrio (balanza) y la ponderación.

Atenea se yergue sobre el instinto, supera la pasión y la locura, y nos permite acceder a la verdad. Para ello necesitamos de paciencia, concentración, reflexión y claridad. Las emociones desbocadas quedan fuera, pues nublan la razón.

En su lado negativo puede fría y dura, pues con la espada que porta puede cortar los corazones, y ser demasiado abstracta, demasiado cabezona.

La Justicia nos permite aprender del equilibrio. Hay que ser analítico y preciso, sin dejar de lado las emociones. Por eso en los tribunales usa una venda, pues allí la ley es ciega, está sobre la poesía, la ley esta sobre los casos individuales, la ley es una camisa de fuerza que no discrimina. Si la ley 13.453 dice tal cosa, no queda otra que obedecerla, aunque en este caso particular la situación sea diferente. La ley es dura y seca y Atenea puede en uno de sus extremos adoptar esa forma.

Atenea exige un equilibrio entre encontrar la razón, discriminar y usar el corazón. Esa es la verdadera Justicia. La dureza de la espada si se combina con el equilibrio  de la balanza, es lo que desata la verdad.